lunes, 29 de noviembre de 2010

(*) solo soy una nña pequeña

jugando a ser mayor...

Cuando somos niños soñamos con cosas pequeñas, sencillas, un helado de fresa, una muñeca que llora y hace pis o esa bicicleta que tiene el vecino del cuarto; cuando nos hacemos mayores, nuestros sueños cambian con nosotros y se vuelven complejos, igual que nosotros; pero los sueños se rompen en pedazos cuando se topan con la realidad, porque la realidad, a menudo es radicalmente distinta a lo que uno cree que es, las personas no siempre son lo que aparentan ser ni las relaciones y mucho menos los amigos y esa realidad es la que se encarga de poner a cada uno en su sitio, porque uno cree que es negro, pero puede ser blanco o uno cree que es blanco pero probablemente sea de todos los colores del arco iris.

Y es que uno sabe cómo empiezan las cosas pero nunca sabe cómo van a terminar...

domingo, 28 de noviembre de 2010

(*)

- Perdón. ¿Puedo sentarme aquí, contigo, a terminar esta cerveza?

- Si, claro.

- Mi nombre es Alejandro.

- Ah. Está bien. Yo soy Estela.

- Estaba en el otro extremo del café. No sé. Te vi tan sola.

- Me gusta estar sola.

- ¿Siempre?

- No, siempre no. Hay días. ¿No te ocurre que de pronto te vienen ganas de hacer balance contigo mismo?

- A veces. Pero por lo general de noche. Mi problema es que padezco de insomnio.

- De noche prefiero dormir.

- Yo también. Pero no siempre puedo.

- ¿Mala conciencia?

- No. ¿Acaso tengo aspecto de delincuente o de violador?

- De violador, no.

- ¿De delincuente?

- Vaya una a saber. No hace diez años que nos conocemos, sino cinco minutos.

- ¿Siempre estás así, a la defensiva?

- Hay que cuidarse.

- ¿Venís a menudo a este café?

- Dos o tres veces por semana.

- ¿Trabajás por aquí cerca?.

- Si el interrogatorio va a continuar de esta guisa, reclamo la presencia de mi abogado.

- ¿De esta guisa? ¡Qué léxico! Me gusta que tengas sentido del humor.

- ¿Y vos qué hacés?

- Traduzco.

- ¿Del inglés?

- También del inglés. Pero sobre todo del francés y del italiano. Y además soy soltero en español.

- ¿Me hacés confidencias para que yo te haga las mías?

- No sabía que la soltería era una confidencia. Más bien creía que era un estado civil.

- Yo no soy soltera. Estoy separada.

- ¿Y qué tal?

- ¿Qué tal qué?

- ¿Cómo te sentís con el nuevo estado?

- No tan nuevo. Hace un año que me separé. Ahora ya me acostumbré, pero al principio fue duro.

- No te pregunto si vivís sola, porque vas a pegar la espantada.

- ¿Por qué? Vivo sola, claro.

- ¿Y tu familia?

- Me queda poca. Mi vieja vive en Brasil, con mi hermano. Mi viejo se quedó en un infarto. Tengo una hermana, casada con un gringo, que reside en Los Angeles. Y se acabó.

- ¿Qué hora es?

- Las seis y veinte.

- Caramba. Tenía que estar a las seis en el Centro. Pero no importa. Total, ya no llego. Ni en Taxi. Lo que pasa es que mi reloj está perezoso. 'Ves que marca las cinco y diez? Además, no he perdido el tiempo. Me gustó conocerte.

- ¿Conocerme? Mucho no hemos hablado.

- Lo suficiente. Y una relación no sólo se construye con palabras. También hablan los ojos, ¿no?

- Ajá. ¿Y se puede saber qué te dijeron mis ojos?

- Reservado.

- Te gusta el cachondeo, ¿eh?

- Me gusta pasarla bien.

- A costa de esta servidora.

- ¿Se puede saber qué edad tenés?

- No se puede.

- Representás veintitrés.

- Frío, frío.

- Yo tengo veinticinco.

- Pues representás veinticuatro y medio.

- Esta vez te haré una pregunta que requiere una respuesta franca.

- Venga.

- ¿Te caigo bien?

- ¿En qué sentido?

- Vertical. Horizontal. El que prefieras.

- Digamos que sí. Aunque no se por qué.

- ¿Te lo explico?

- No, por favor. No soporto la vanidad masculina cuando se desata espontáneamente.

- ¿No te parece como si nos conociéramos desde hace años?

- ¿No te suena esa pregunta como de culebrón venezolano?

- Vos contestame. ¿Te parece o no te parece?

- ¿Años?. No. Me parece como si nos conociéramos desde hace veintiocho minutos.

- ¿Alguien te dijo alguna vez que irradiás una simpatía tan fuerte que a uno lo marea?

- Bueno, una vez un muchacho me dijo que mi simpatía lo emborrachaba.

- ¿Ves? Es así nomás. Y fijate que ni siquiera te he tocado una mano.

- Ni te atrevas.

- ¿No me das permiso?

- Claro que no. Apenas si autorizo a mi mano tocar la tuya.

- Bárbaro.

- Tenés una piel suave. Interesante. Se ve que nunca fuiste obrero.

- ¿Y esa cicatriz en la muñeca?

- Ah sí. Con ese detalle ya lo sabés todo de esta joven marquesa. Hace dos años intenté matarme.

- ¿Y qué pasó?

- Me salvaron. Unas vecinas. Lo bien que hicieron. Estoy contenta de seguir vivita y coleando.

- ¿Mal de amores?

- No. Falta de amores. Vacío de amores.

- ¿Droga quizá?

- Nada de eso. Ni siquiera fumo. Casi no tomo alcohol. ¿Vos nunca quisiste suicidarte?

- Soy demasiado pelotudo para tomar una decisión tan laboriosa.

- Ya me dijiste que sos soltero en español. Pero ¿tenés mujer, compañera, amante o noviecita?

- Nada, mi niña. Llevo tres meses y medio de virginidad sabática.

- Entonces voy a hacerte una confesión que confío aprecies en toda su buena fe. - Así será.

- Y en toda su inocencia.

- Soy todo orejas.

- Quizá te parezca extraño, pero tengo ganas de verte desnudo.

MARIO BENEDETTI

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Se sentía como si compartieran la misma respiración. Él era la inhalación y ella la exhalación. Él era quieto y silencioso y ella estallaba a su alrededor como fuegos artificiales.
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viernes, 19 de noviembre de 2010

(*) improvisemos un guion definitivo...


que no tengamos más remedio que olvidar...

Haz una lista de todo lo que no te gusta de ti y luego tírala, eres el que eres y después de todo no es tan malo como imaginas, tira el equipaje de sobra, el viaje es largo, cargar no te deja mirar adelante y además jode la espalda, no sigas modas…. en 10 años te vas a morir de vergüenza de haberte puesto eso de todas maneras, besa a tantos como puedas, deja que te rompan el corazón, enamórate, date de madre y vuelve a levantarte. Quizás hay un amor verdadero, quizás no, pero mientras lo encuentras, lo bailado no hay quien te lo quita, equivócate, cambia, intenta, falla, reinvéntate, manda todo al carajo y empieza de nuevo cada vez que sea necesario…. no pasa nada, sobre todo si no haces nada, prueba otros sabores, otros helados, otras cervezas, arranca el coche un día y no pares hasta que quede gasolina, toma clases de baile, aprende italiano, invéntate otro nombre, usa una bicicleta, perdona, olvida, dejar ir, decide quién es imprescindible…mientras más grande eres, más difícil es hacer amigos de verdad y más necesitas que se sepa quién eres sin que tengas que explicárselo…esos son los amigos, cuídalos y mantenlos cerca, aprende que no vas a aprender nada, pero no hay examen final en esta escuela, ni calificaciones, ni graduaciones...
"…siempre estás empezando de nuevo, en el fondo no hay nada que hacer, eres joven sólo una vez, pero inmaduro para siempre…"

domingo, 14 de noviembre de 2010

(*) hazlo. Te irá bien.

No inventes, ni robes, ni engañes, ni bebas.

Pero si has de
inventar, inventa un mundo mejor.
Si has de robar, procura robar un corazón.
Si has de engañar, engaña a la muerte.
Y si has de beber, bébete los momentos de felicidad inolvidables.

(*) buscando la fina línea

Los pensamientos están para ser pensados. Los sentimientos están para ser sentidos. Qué tontería. Pues no. El peor de los errores suele producirse cuando mezclamos los conceptos y las acciones, tratando de pensar un sentimiento o intentando sentir un pensamiento.

Hablar es bajar las ideas del carro del pensamiento para hacerlas caminar en la fila de las palabras. Pensar es orden.

Querer, o lo que es lo mismo, odiar en positivo, no es más que la expresión del sentimiento a través de todos y cada uno de tus poros. Sentir es caos.

Seguro que hay amores que no convienen. Pero se sienten. Por mucho que se piense que no deberían ser, SON.

Y al revés, amores que no existen, pero se piensan, se razonan y parecen tan absurdos como caducos.

lunes, 8 de noviembre de 2010

(*) teorías II


"No me gusta, es mi amigo"


Nos reímos, y seguimos riéndonos así, hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil: lo hubiéramos hecho de todos modos. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ella ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco de lo mismo...

Un cruce de miradas, un descubrimiento...

origen: amigo del alma ====> destino: chico ideal

domingo, 7 de noviembre de 2010

(*) Teorías I



"aunque te garantice que él sólo te lastimará, horriblemente, tú le perseguirás..."


"Te odio porque a todas horas pienso en ti y tú ni siquiera me recuerdas. Te odio porque no puedo olvidarte y tú no demuestras amarme. Te odio porque mi alma se ha quedado vacía de tanto amarte. Te odio porque te miro y aún me sonrojo. Te odio porque vive en mí un deseo que tú no sientes. Te odio porque todo mi amor es sólo indiferencia para ti. Te odio porque ni una lágrima te mereces y por ti las he llorado todas. Te odio porque mi locura por ti se queda en amargura. Te odio porque para mi fuiste todo y para ti yo no fui nada. Te odio sobre todo porque, aunque lo desearía, ni odiarte un poco puedo. "



¿no es maravilloso el AMOR?

lunes, 1 de noviembre de 2010

(*) Contradicciones



"No te soporto, pero todo lo que haces me hace sonreír"

—¿Qué te pasa?
—Nada.
—Siete "nada"... en todo el camino. ¿No sabes otra palabra?
—¡Capullo! Ahí tienes otra.
—Prefería nada...

Me ofendes, pero entonces me besas y en un instante olvido que estaba ofendida.

(*) y sin embargo...



todo lo que necesitas es AMOR

« L'amour est une catastrophe magnifique : savoir que l'on fonce dans un mur et accélérer quand même ; courir à sa perte, le sourire aux lèvres ; attendre avec curiosité le moment où cela va foirer. L'amour est la seule déception programmée, le seul malheur prévisible dont on redemande. L'amour le plus fort est celui qui n'est pas partagé. J'aurais préféré ne jamais le savoir, mais telle est la vérité : il n'y a rien de pire que d'aimer quelqu'un qui ne vous aime pas - et en même temps c'est la chose la plus belle qui me soit jamais arrivée. Aimer quelqu'un qui vous aime aussi, c'est du narcissisme. Aimer quelqu'un qui ne vous aime pas, ça, c'est de l'amour. » Frédéric Beigbeder