lunes, 31 de enero de 2011

(*) el día que no pueda más...


No es que esté loca ni tonta, es que escondo mi tristeza detrás de un puñado de risas, así me resulta todo más fácil. Y no, no es que no tenga problemas, o que las cosas no me afecten, es que yo las almaceno, las meto en una bolsa, y con cada risa, las intento enviar dentro, más dentro, donde casi no las pueda ver, aunque… tiene un inconveniente, de vez en cuando la bolsa... EXPLOTA

sábado, 29 de enero de 2011

(*) Todo lo que podríamos haber sido tú y yo



si no fuéramos TÚ Y YO

No sé si el don me encontró o yo lo encontré a él Mi don... Es difícil de explicar. Cómo aprendí a utilizarlo es mucho más extraño de relatar. Pero deseo hacerlo. Deseo contároslo. Hay cosas, detalles pequeños que forman parte de uno mismo y te hacen ser como eres. Y el don era algo que me definía. Aunque lo utilizaba muy poco. Hacía que me sintiera más vivo.

Si hubiera tenido conectado el don cuando vi a la chica del teatro quizá no hubiera experimentado lo mismo por ella. Lo que sentí fue primario, fue muy auténtico. Cómo la podía añorar tanto sin conocerla. El ser humano es mágico e indescriptible. Notaba algo especial al volver a recordarla. Una confianza que no debe surgir entre desconocidos pero que a veces existe y es más intensa que la que sientes por alguien que forma parte de tu entorno desde hace más de veinte años.


Ella no se había percatado de mi presencia, no había sentido cómo mis ojos no le habían quitado la mirada ni un solo instante.

martes, 25 de enero de 2011

(*) ENERO

Manos heladas
Chocolate caliente
Calor hogareño
Grandes mantas
Llamas en la chimenea

Adoro el frío. Adoro el frío y todas las sensaciones que conlleva. Si soy sincera, debo decir que nunca creí necesitar a alguien que me abrazase en días de frío, me conformaba con mi abrigo.
Adoro el frío, pero me gusta más si, tras una tarde de chocolate caliente al lado de la chimenea, puedo amanecer en tu cama arropada por una manta, mientras me miras despertar.

Vamos, hoy puedes cambiar el color de mi cielo con una sonrisa; o puedes provocar que esta sea la noche más fría de toda la historia. La noche más fría de toda la historia, y yo aquí sin ti.
(*)(*)

sábado, 15 de enero de 2011

(*) Un BRINDIS por...




Las mujeres que cada vez que están borrachas siguen confesando lo que no deberían
Las que mandan mensajes a mitad de la noche
Las que no se cansan de ver que eso no va a ningún lado y lo siguen intentando
Por aquellas que aún con el corazón roto lo siguen queriendo
Todas, que aunque se arrepientan de haberle contestado por sms, lo siguen haciendo
Aquellas que buscan cualquier excusa para hablarle
Por ti, que te conectas y desconectas para que te vea y te hable
Para nosotras que cuanto más hablamos, más nos encanta y cuando menos nos habla más lo buscamos
Por el famoso "te juro que no le hablo más"
porque aunque tenga novia, seguimos pensando que hay esperanzas
Por TI, que cuando lo estás superando siempre aparece
Por ti, que todo hace acordarte de él, y que miras el partido de fútbol de su equipo para saber cómo le fue
Por ti, que llegaste al límite de decirle todo en la cara
Por la que, para no mirarlo, le pregunta a sus amigas qué está haciendo
Por ti, que te haces la orgullosa diciéndole que no
Por la que dice que no va a volver a estar con él y cuando lo tiene a dos centímetros, no puede decirle que no
Por ti, que cada fin de semana tratas de averiguar por dónde va a salir ppara cruzártelo por "casualidad"
Por nosotras, las que sufrimos y que cada vez que sabemos que lo vamos a ver queremos estar perfectas para él
Para ti, que te estás riendo de esta triste realidad.

(*) y si...



—Es como si ves a alguien por primera vez, alguien con quien te cruzas en la calle, y os miráis por unos segundos y surge una especie de atracción. Sentís que los dos compartís algo y en un instante el otro se ha esfumado y es demasiado tarde. Siempre recuerdas que estaba ahí y lo dejaste escapar, piensas ¿Y si me hubiera parado? ¿Y si hubiera dicho algo? ¿Y si...? ¿Y si...?. Puede que ocurra pocas veces en la vida.
—O sólo una.


lunes, 10 de enero de 2011

(*) Ven, siéntate (CERCA)



Al principio te sentarás un poco lejos de mí, en la hierba. Yo te miraré de reojo y tú no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Es mejor regresar a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres ya empezaré a ser feliz. A medida que avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me angustiaré y me sentiré inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Tiene que haber ritos...

jueves, 6 de enero de 2011

(*) queridos Reyes Magos...






Por pedir, pido veinticuatro horas a tu lado en las que nos dé tiempo a todo menos a perder el tiempo

Por pedir, pido que me baste ese día para convencerte de querer estar conmigo para el resto de tus días.




Por pedir, pido y preciso que exista un preciso momento, en el que se te escape un beso cuando menos te lo esperes, y cuando más lo lleve esperando yo.





Por pedir, te pido en una tarde lluviosa, dentro de una casa sin gente, sobre un sofá sin cojines (para que sólo puedas abrazarte a mí), enfrente de mi película favorita… Bueno, si quieres enfrente de tu película favorita… bajo una manta que haga de telón tras el que actúen nuestras manos; marionetas manejadas por los verdaderos sentimientos. Me pido entonces tus dedos acariciando mi brazo, y mis cosquillas jugando al escondite con ellos.



Por pedir, pido dar un paseo al mismo paso, frenarnos en seco de repente, y mojarnos los labios sin que nos vea la gente.

Pido, mientras caminamos por cualquier calle, llevarte y traerte al contarte cualquier estupidez, agarrando con mi mano tu brazo, como si de un acordeón te tratases, y tu risa fuese la mejor de mis melodías.
Por pedir, pido pararnos unos segundos ante cualquier escaparate, continuar andando, y que, momentos después, me preguntes cuánto costaba ésta o aquella cosa. Entonces me pido contestarte que no lo sé, que no me fijé, porque lo único que he sido capaz de ver en el cristal ha sido tu imagen reflejada, y aquello… no tenía precio.


Por pedir, pido que me acompañes hasta el andén en el que días más tarde me estés esperando, y que mientras llega el autobús me mires con ojos tristes a la cara, aproveches mi distracción para agarrar fuerte con tus dos manos mi cinturón, en un intento por no dejarme ir, y me hagas perder todo menos la sonrisa.





Por pedir, pido un café caliente mientras espero al siguiente autobús, colocar las manos alrededor de la taza, apretando con todas mis fuerzas para captar el calor, y que tú, de un plumazo, con un movimiento rápido, de esos que no dejan tiempo para invertir en especulaciones, me eleves la temperatura de todo el cuerpo.








Por pedir, me pido sorprenderte… que te dejes sorprender… que te guste que te sorprenda…




miércoles, 5 de enero de 2011

(*)se pone su vestido y se siente SINGULAR

Acepta las situaciones. Disfrázate en carnaval. Hazle frente a tus errores. Juega. Corre. Repítele mil veces todo lo que le quieres por mucho que se lo hayas dicho ya. Respira hondo. Ponte eufórica. Camina como una modelo. Besa. Ríete de todo. Emborráchate. Ama el chocolate. Deja que piensen que estas loca. Baila...de la forma que sea, pero baila. Canta en la ducha. Desobedece. Rompe la dieta. Habla horas por teléfono. Mira el reloj...son las 4:36 de la mañana. Sácate fotos. Monta en bici. Lo repito...Juega. Escucha música hasta quedarte sorda. Hínchate a helado. Cáete de una silla. Practica tu deporte favorito. Recuerda canciones viejas. Hazle esperar. Cae en sueños profundos. Apréndete una coreografía...o mejor...todas las que veas. Vuelve a casa a las 10 de la mañana. Siéntete sexy. Lee. Viaja. Siente mariposas en el estómago. Llora. Vive igual que un hielo por la espalda, un beso detrás de la oreja, el sushi, un gol de tu equipo...o del contrario. Igual que morder una guindilla, besar labios VIVE




lunes, 3 de enero de 2011

(*)Propósitos



Bien es sabido que todo el mundo, antes de que las campanadas anuncien la entrada de un nuevo año, rehacen su lista de propósitos, propósitos que se repiten todos los años y que son olvidados en la primera semana de enero por los de menor fuerza de voluntad, algo más adelante por los que tienen capacidad de esfuerzo.

Son típicos los que se prometen no volver a fumar, los que prometen esforzarse por olvidar un amor fallido o los que dicen que mejorarán en su trabajo. Los hay que se proponen encontrar a su media naranja en el nuevo año, los que tratarán de ponerse a dieta tras la ingesta navideña o los que se disponen a perdonar a aquel amigo con el que discutieron. También tenemos a los tímidos que prometen dejar su timidez de lado, al triste que se propone vivir con una sonrisa o el hijo que se prometerá ir a ver más a sus padres.

Y yo…yo, más que un propósito que sé que olvidaré, en este nuevo año, como en todos, un deseo: ser FELIZ. ¿Los propósitos? Están claros ¿no?