lunes, 14 de junio de 2010

(*)Fría y calculadora... Me lo enseñaste TÚ


Ser una niña con zapatos de tacón. O una mujer descalza. Mirarse en los escaparates y nunca salir en las fotos. Vampiro o fantasma, ínfulas de diva.La cuestión es no dejar indiferente a nadie. Que te odien o te amen, no importa. Que hablen, que se llenen la boca, que griten, lloren, supliquen, anhelen, deseen. Sobre todo eso. Y tú mientras te tomas una copa de coñac y te ríes de ellos. Sé un desayuno con diamantes o un tranvía llamado deseo. Pero nunca dejes que te toquen. El truco está en magnetizarse la sonrisa, o no enseñarla nunca. Algunas divas nunca sonreían. Puede que tuvieran los dientes picados. Y si bebes café ni se te ocurra olvidar mirar por encima del humo. Ya sabes, como si no importara nada. A fin de cuentas, todos morimos. ¿Por qué molestarse en dejarse tocar? ríete y llora, dales lo que quieren. Date en dosis pequeñas, como los buenos perfumes, pero que nunca te compren.
¿Por qué no dejas de mirar como si no te lo creyeras? Lo tienes pintado en la cara, querida. Eres un objeto para mirar. NO TOQUEN,POR FAVOR. Puede romperse. PUEDES ROMPERTE, y nadie se dedica a pegar pedazos. , dices tú, pero con mayúscula de la grande. A fin de cuentas todo vale entre mortales. ¿Y qué si quieren adorarte? Déjalos. Sabes que siempre estarás por encima de ellos.

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