-¿Nunca te sientes como una pieza de ajedrez, en una partida que se juega sin tu voluntad?
-¿Tu sí?
-Constantemente.
-Debes practicar el juego hasta que los practiques mejor que ellos.
-¿No me recomiendas que busque un esposo que juegue por mi?
-Yo buscaría a uno que juegue contigo, no por ti.
Y lo eligió a él, aquel que la supo comprender...
No hay comentarios:
Publicar un comentario