miércoles, 7 de julio de 2010

(*) Inseguridades.

Era un sentimiento inexplicable. Simplemente surgió a raíz de aquellas palabras. Es curioso cómo unas pocas frases enlazadas en un pequeño texto pueden ocasionar tanto. No soy perfecta, hago muchas cosas mal. Indecisa como solo yo puedo serlo, termino equivocándome con muchos de los retos que me propongo. Sin embargo, de eso estaba segura, mi ayuda era útil. Sin embargo, un tiempo después me he sentido insegura como nunca: aquello que yo afirmaba hacer bien no era suficiente. Llena de dudas, me planteaba qué se esperaba de mí y qué no llegué a hacer. Entonces lo leí:

“El ser humano se adapta a todo. Supera el dolor, cierra historias, empieza de nuevo, olvida, hasta consigue sofocar las más grandes pasiones. Pero a veces basta con nada para comprender que esa puerta nunca se cerró con llave”

Pero tú te quedaste con la llave…







(*)

No hay comentarios:

Publicar un comentario