viernes, 9 de julio de 2010

El séptimo día el pulpo habló y el mundo le escuchó.


Sí, el pulpo ha hablado. Sí, el pulpo nos ha dicho lo que queríamos oír. Sí, el mundo está pendiente de un pulpo. No, el mundo no está loco, está en crisis.


Definamos la palabra pulpo antes de seguir; molusco cefalópodo dibranquial, octópodo, que vive de ordinario en el fondo del mar, y a veces nada a flor de agua. Es muy voraz, se alimenta de moluscos y crustáceos y su carne es comestible. Los individuos de la especie común en los mares de España, apenas tienen un metro de extremo a extremo de los tentáculos; pero los hay de otras especies que alcanzan hasta diez y doce.(por la RAE)en algunas ocasiones estadísticos y matemáticos se reencarnan en pulpos(por mi)


Escribo desde mi profunda ignorancia matemática y en temas de reencarnaciones, pero estoy segura que el pulpo Paul en otra vida fue una cabeza pensante. Me explico(o lo intento); el pulpo acierta en todas sus predicciones y puesto que no creo que sea fruto de la casualidad, es que el pulpo realiza estudios estadísticos detallados sobre los tiros a puerta, la forma de juego, los partidos ganados de cada equipo…Básicamente el pulpo se basa en aquello que dice: La probabilidad de un suceso es el número al que se aproxima su frecuencia relativa cuando el experimento se repite un gran número de veces. En términos futbolísticos:


Cuantos más tiros más probabilidad de meter gol. Cuantos más goles más probabilidad de ganar.


También cabe la posibilidad que El Pulpo en la otra vida muriera cocinado a la gallega y que esta vez quiera morir dignamente y ser recordado para siempre. Por eso aprendió a leer la mano, a interpretar las cartas del tarot, a leer bolas de cristal y a predecir los resultados de los partidos de fútbol.

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